El escaso interés en poblar y desarrollar el territorio permitió que, aproximadamente entre 1685 y 1715, isla Bourbon obtuviera sus principales ingresos de la piratería. La introducción del café, que entre 1715 y 1730 se convirtió en la principal cosecha, cambió por completo la economía. Los franceses utilizaron esclavos africanos para las labores intensivas necesarias en este cultivo. Durante este período se dispusieron también plantaciones de cereales, especias y algodón.
Al igual que Mauricio, Reunión creció bajo la guía del notable Mahé de La Bourdonnais, que sirvió como gobernador entre 1735 y 1746, a pesar de tratar a Mauricio como favorita y dejar a Reunión en un segundo plano.
Como resultado de una gestión deficiente y de la rivalidad entre Francia y Gran Bretaña durante el siglo XVIII, así como de la quiebra de la Compañía francesa de las Indias orientales, el gobierno de la isla pasó directamente a la Corona francesa en 1764 y, tras la Revolución Francesa, cayó bajo la jurisdicción de la Asamblea Colonial. A finales del siglo XVIII se produjeron diversas rebeliones de esclavos, y todos los que consiguieron escapar se ocultaron en el interior de la isla, donde se organizaron en pueblos con jefes democráticamente elegidos y desde donde lucharon para mantener su independencia de las autoridades coloniales.
Las plantaciones de café fueron destruidas por ciclones a principios del siglo XIX y, en 1810, durante las guerras napoleónicas, la isla pasó a manos británicas. Cinco años más tarde, mediante el Tratado de París, el botín fue devuelto a los franceses, pero los británicos retuvieron el control sobre Rodrigues, Mauricio y las islas Seychelles.
Al igual que Mauricio, Reunión creció bajo la guía del notable Mahé de La Bourdonnais, que sirvió como gobernador entre 1735 y 1746, a pesar de tratar a Mauricio como favorita y dejar a Reunión en un segundo plano.
Como resultado de una gestión deficiente y de la rivalidad entre Francia y Gran Bretaña durante el siglo XVIII, así como de la quiebra de la Compañía francesa de las Indias orientales, el gobierno de la isla pasó directamente a la Corona francesa en 1764 y, tras la Revolución Francesa, cayó bajo la jurisdicción de la Asamblea Colonial. A finales del siglo XVIII se produjeron diversas rebeliones de esclavos, y todos los que consiguieron escapar se ocultaron en el interior de la isla, donde se organizaron en pueblos con jefes democráticamente elegidos y desde donde lucharon para mantener su independencia de las autoridades coloniales.
Las plantaciones de café fueron destruidas por ciclones a principios del siglo XIX y, en 1810, durante las guerras napoleónicas, la isla pasó a manos británicas. Cinco años más tarde, mediante el Tratado de París, el botín fue devuelto a los franceses, pero los británicos retuvieron el control sobre Rodrigues, Mauricio y las islas Seychelles.
Le Moring réunionnais est donc venu de Madagascar transmis par les ancêtres afromalgaches
de génération en génération pendant plusieurs siècles. Les esclaves africains
emmenés sur les boutres arabes à Madagascar ou dans les colonies françaises de l’océan
Indien par les négriers occidentaux, apportèrent avec eux cette culture ancestrale, véritable
soupape de sécurité identitaire. Sans le Moring ou le maloya, l’esclave qui avait perdu sa
religion, sa langue natale, se trouvait déraciné, n’ayant plus de repères culturels. En 1714, l’Île
Bourbon comptant seulement 623 colons blancs et 534 Noirs malgaches et africains, on peut
penser que le Moring n’est pas encore développé. Le développement de la culture du café
pendant la période de Mahé de Labourdonnais change le contexte socioculturel avec
l’introduction massive d’esclaves malgaches et africains tout au long du XVIIIe siècle. La
traite des Noirs, notamment des esclaves malgaches, plus nombreux que les esclaves africains
au XVIIIe siècle, emmène dans l’Île plus de 160 000 esclaves entre 1723 et 18109.
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